Aunque una ruptura matrimonial nunca es plato de buen gusto, lo cierto es que el proceso puede acelerarse mucho cuando los cónyuges han contraído matrimonio en régimen de separación de bienes. Es por ello de gran importancia tener muy en cuenta antes de contraer matrimonio el régimen económico que regirá la relación matrimonial.
Qué es la separación de bienes
El régimen de separación de bienes es un tipo de régimen económico matrimonial en el que cada cónyuge conserva la propiedad de sus bienes y la capacidad para administrarlos, tanto los bienes que adquirió antes de contraer matrimonio como aquellos que se han obtenido en lo que ha durado la relación matrimonial.
Este tipo de régimen económico matrimonial tiene una serie de características:
Cada miembro del matrimonio es propietario de su propio patrimonio personal, tanto el anterior como el posterior a contraer matrimonio.
- Cada cónyuge podrá disponer y administrar su patrimonio personal como desee.
- Las obligaciones serán a cuenta del cónyuge que las hubiera contraído. Sin embargo, los gastos de la familia tendrán que ser costeados por ambos.
- El sostenimiento de las cargas familiares —alimentación, asistencia sanitaria o educación de los hijos, entre otras— se repartirá entre ambos cónyuges teniendo en cuenta sus patrimonios personales.
- Este régimen matrimonial regirá el matrimonio cuando los cónyuges así lo hubieran acordado antes de casarse, cuando se extinga durante el matrimonio el régimen de gananciales o cuando, antes de casarse, no hubieran acordado el régimen económico de aplicación, pero hubieran pactado que no se aplicaría el régimen de gananciales.
Ventajas y desventajas en el divorcio
Ventajas de la separación de bienes
La separación de bienes cuenta con una serie de ventajas. Son las siguientes:
- Facilita el reparto de los bienes en caso de separación o divorcio.
- Hace más sencillo el reparto de los bienes hereditarios cuando alguno de los dos cónyuges fallezca.
- Los cónyuges solo tendrán que responder por sus propias obligaciones, no por las del otro.
- Cada miembro del matrimonio podrá disponer como prefiera de los bienes que integran su patrimonio personal, excepto para vender la vivienda familiar, en cuyo caso se necesitará el consentimiento del otro cónyuge.
Desventajas de la separación de bienes
Aunque, sin duda, este régimen matrimonial tiene no pocas ventajas y, sobre todo, facilita y agiliza el proceso de separación matrimonial o de divorcio, también cuenta con algunas desventajas que son convenientes tener en cuenta a la hora de decidir qué régimen económico regirá el matrimonio. Son los siguientes:
- En caso de que alguno de los cónyuges no trabaje, este régimen económico lo pone en una situación de desventaja. No obstante, si alguno de los miembros del matrimonio no trabajara y se dedicara a las tareas del hogar, actualmente podrá percibir una compensación económica.
- Los cónyuges no están obligados a informar al otro de los movimientos y operaciones económicas que lleven a cabo, lo que puede afectar gravemente a la economía familiar.
Sin duda, cada vez son más los que deciden regir su matrimonio a través de la separación de bienes para curarse en salud, ya que, aunque todos pensamos que el amor durará para siempre, es mejor prevenir que curar y prever este tipo de cosas.
